domingo, 6 de noviembre de 2016

La capa de ozono empieza a recuperarse.

Han pasado tres décadas de incertidumbre desde que casi todos los países del mundo firmaron el protocolo de Montreal: protocolo firmado en 1987 y puesto en vigor en el año 1989 por el que 24 países (actualmente197) se comprometían a prohibir los gases que destruyen el ozono atmosférico, concretamente los clorofluorocarbonos o CFC.


La Antártida es la zona del planeta más expuesta al exceso de los CFC ya que las bajas temperaturas inactivan los óxidos de nitrógeno que capturan las moléculas de cloro de los estos compuestos  responsables de la destrucción del ozono. En el año 2000 hubo un susto cuando el agujero de ozono antártico batió un récord de inesperada gravedad. Pero las cosas han empezado a enderezarse. Los científicos han obtenido pruebas, por primera vez, de que la capa de ozono se está recuperando. Desde 2000, cuando alcanzó su máximo histórico (25 millones de kilómetros cuadrados), el agujero antártico se ha reducido en 4 millones de kilómetros cuadrados, más o menos la superficie de la Unión Europea.

Los investigadores también presentan evidencias de que la causa principal de la recuperación ha sido el protocolo de Montreal cuando se prohibieron los compuestos clorofluorocarbonos o CFC que se usaban en la limpieza en seco, la refrigeración y los aerosoles como desodorantes y lacas. La sustitución de estos compuestos por otros igual de eficaces pero inocuos para la atmósfera ha resultado, por tanto, de importancia vital.

Información extraída de:
-Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales de Guatemala: http://www.marn.gob.gt/s/viena-montreal/paginas/Protocolo_de_Montreal
-Contenido propio


 

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